La Gazpachería Andaluza elabora este producto, que elimina el pan en una de las variedades que ofrece
PILAR LARRONDO / DIARIO DE SEVILLA
VÍDEO: A. OCHOA
Trabajar en verano en Sevilla es la peor de las torturas. Sobre todo si el resto de la familia se encuentra en la playa disfrutando de la agradable brisa marinera. Corría el verano del 82 y Rafael Aquino Ruiz era uno de esos sufridores estivales. Responsable de la famosa Venta Ruiz y harto de soportar las elevadas temperaturas de la capital, un día terminó su jornada laboral, cogió un par de filetes de pollo empanados y metió en una botella algo de gazpacho. Horas después disfrutaba del suculento menú junto a los suyos y mirando al mar. Ahí fue cuando lo vio claro: debía envasar el gazpacho y comercializarlo. Más de 30 años después, la idea de este amante del gazpacho es todo un éxito gracias a Majao por Gazpachería Andaluza.
Con la misma receta que el de la Venta Ruiz, el gazpacho de Majao (nombre con el que homenajean a los que se le ocurrió hacer por primera vez un gazpacho) es un producto 100% fresco que se dio a conocer de manera internacional por primera vez en la Expo 92. A través de una gran degustación, este producto, que nunca antes se había envasado, llegó tanto a sevillanos como a extranjeros. Desde entonces, la comercialización se produjo poco a poco hasta que en 2015 se constituyó la sociedad New Way Foods. “Querían comercializar Majao a gran escala, con una fábrica completamente moderna, y yo era muy reacio. No quería que al industrializarse el producto perdiera su esencia y se le añadiesen productos químicos o aditivos”, señala Rafael Aquino. Nada más lejos de la realidad, ya que la receta se mantiene igual y, a diferencia de otros gazpachos envasados, éste no sufre proceso de pasteurización y ni contiene aditivos. Majao es 100% fresco, de ahí que su durabilidad en el envase (sin haberse abierto) sea de unos 45 días).
Tomates, pimientos, pepinos, pan, ajo, sal, aceite y vinagre (siempre productos de la zona) son los ingredientes con los que se elabora el gazpacho de Majao. Aunque, como ocurre con la fórmula de la Coca-Cola, Aquino Ruiz se guarda un par de secretos para que no le copien la receta. Todo ello pasa por un proceso de selección y de limpieza para garantizar que el resultado final sea excelente. “En la fábrica todo se ubica en partes muy diferenciadas para que no haya cruces. La materia prima entra por una puerta, los productos de limpieza por otra, al igual que los envases y el producto final”, señala Antonio Castaño, responsable de Marketing y Relaciones Institucionales. Después, el proceso de elaboración es el mismo que el que cualquiera lleva a cabo en su casa, sólo que la maquinaria es mucho más grande. ¿La clave? Que en ningún momento se rompe la cadena de frío.
Con diferentes formatos (desde la botella de 500 mililitros, hasta la garrafa de 5 litros), la oferta de Majao también contempla el gazpacho sin pan, el salmorejo suave y el recientemente incorporado salmorejo sin pan. Exitosos productos, estos se pueden adquirir en la Tienda Ramón Carande (C/ Ramón Carande, 11), en la propia fábrica (Polígono Pisa, C/ Artesanía, 5-7), en puntos de vending y en algunos supermercados.
Al igual que Rafael en aquel asfixiante verano, ahora cualquiera puede disfrutar el plato estrella de Andalucía en cualquier parte, sin necesidad de esfuerzo y sin notar la diferencia entre el gazpacho de su casa y el de Majao.
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