En MAJAO nos dedicamos a la elaboración de salmorejos y gazpachos andaluces. Aunque no parezca necesario remarcar el “andaluz”, sí lo es ya que, a pesar de que cuando escuchamos gazpacho a todos se nos viene a la cabeza la misma imagen: una fresca, anaranjada y deliciosa sopa fría que se puede disfrutar a cualquier hora, existen dos tipos de gazpachos: el andaluz y el manchego, dos recetas que tienen muy poco que ver entre ellas, a pesar de usar el mismo nombre.
¿Qué es el gazpacho andaluz?
Todos sabemos lo que es el gazpacho andaluz, esa sopa fría que tan bien sienta en verano elaborada con tomate, pepino, pimiento y ajo, lo que la convierte en un plato que se toma todos los días debido a su maravilloso sabor, su frescura en boca y a su innumerable lista de beneficios que tiene para nuestro organismo gracias a sus ingredientes naturales.
¿Qué es el gazpacho manchego?
Esta receta tiene origen en cazadores y pastores manchegos y, a diferencia del refrescante gazpacho andaluz, el típico de Castilla-La Mancha consiste en un guiso caliente. El gazpacho manchego se prepara con carne, generalmente, de pollo y conejo, cebolla, ajo, pimiento, agua y tomate frito, además, su mayor característica es que este plato se realiza con un pan crujiente llamado tortas cenceñas o pan ácimo, que absorberá todo el caldo del guiso.
Como vemos, el gazpacho andaluz y el manchego son dos platos que solo tienen en común el nombre. Uno de ellos es vegetal y el otro cárnico, uno es frío y el otro caliente… Sin embargo, puedes darle un toque andaluz a este guiso manchego. ¿A qué nos referimos? Fácil, te sugerimos que la próxima vez que prepares este gazpacho manchego, en lugar de tomate frito, le eches un poco de salmorejo MAJAO. ¡Seguro que le da un toque delicioso!
¡Búscanos en tu supermercado más cercano o en nuestra tienda online!